El intendente Daniel Giacomino fracasó en su intento de aplicar un aumento del 33 por ciento del boleto del transporte urbano de pasajeros. Una edil del bloque oficialista, Teresa Saravia, votó en contra de la medida, junto con los tres bloques opositores. De esta manera el boleto continuará costando 1,20 pesos, y provocándole a Giacomino un duro revés político, a poco más de dos meses de gestión.Finalmente 16 ediles -los 15 opositores y Saravia- rechazaron el aumento y 10 oficialistas votaron a favor, mientras que otros cinco abandonaron el recinto.La sesión, como era de esperar, estuvo rodeada de un ambiente muy caliente tanto afuera como dentro del recinto, registrándose antes del inicio incidentes entre militantes y vecinos comunes con la Policía, con un saldo de tres detenidos y cinco heridos.La sesión comenzó a las 17 -no fue presidida por Carlos Vicente ya que reemplazó a Daniel Giacomino en la titularidad del Palacio 6 de Julio por unas horas- y tuvo cuatro períodos de cuarto intermedio que concedió la presidenta provisoria, Laura Ortiz, sin que sean votados por el cuerpo, lo que significó el menor de la larga lista de desconocimientos del reglamento interno tanto de Ortiz como del bloque oficialista, que transformaron a la jornada en bochornosa.Fue el presidente de la comisión de Servicios Públicos, Gustavo Barrionuevo, el único edil oficialista que defendió el proyecto enviado desde el Ejecutivo, y en su alocución explicó las bondades de la política en transporte que pretende poner en marcha Giacomino y asegurando que antes de fin de año podrían incorporarse al sistema del transporte urbano unas 100 nuevas unidades. Claro que esto iba a ocurrir si se aprobaba el aumento del boleto, cosa que finalmente no pasó.Otra edil giacojuecista que habló minutos después fue Mónica Cid, quiso complacer a la tribuna culpando a la Policía del desorden y pidiéndo que suelten a los detenidos en los incidentes ocurridos minutos antes.Todas las demás palabras fueron de la oposición que además de fundamentar su negativa al aumento no dejaron de pedirle a los ediles oficialistas que recapaciten y piensen bien antes de votar, como sabiendo de que algunos no lo tenían claro, cosa que realmente fue cierta, ya que Saravia tardó unos segundos hasta de decir que votaba por la negativa.En realidad antes del inicio, en los pasillos del Concejo se rumoreaba que había algunos concejales oficialistas que dudaban cómo votar y se marcaban a la propia Saravia, pero fundamentalmente a Marta Juárez y a Oscar Arias.A Juárez le prepararon un cartel bien grande que se observaba en la tribuna y que decía: “Marta Juárez, de barrios de pie a barrios de a pie”, haciendo un juego de palabra con la agrupación a la que pertenece y su voto positivo a favor del «tarifazo». Cuando se la consultó dio a entender que no coincidía pero lo fundamentó diciendo que se trataba de un “alineamiento político”. En tanto que desde la tribuna le marcaban a Arias su condición de convivir con sectores vulnerables -por ser editor de la revista La Luciérnaga- pero igual le dio el sí al aumento.Volviendo al discursos opositores, Riutort dijo que no era necesario aumentar el boleto a 1,60 pesos y que, por ejemplo, si no renovaban la flota y presionaban al gobierno nacional para que Córdoba cobre todos los subsidios correspondientes al transporte, se podía mantener el precio del cospel.En el mismo bloque Carlos Lencina comparó el gobierno de Giacomino con el del ex presidente Fernando de la Rúa: “apelaba a impuestazos para tapar la inoperancia”. Mientras que Miguel Siciliano repasó una serie de declaraciones de Giacomino en diferentes medios de prensa en los que decía que iba a pelear por subsidios y no dar aumentos de tarifa. Luego les pidió a sus pares oficialistas para que “cumplan el deseo del intendente de no aumentar el boleto”.Desde el peronismo Roberto Chuit también presionó para que Giacomino, «ya que dice tener una relación tan buena con la presidenta Cristina Kirchner, le exiga el envío de los subsidios correspondientes». En tanto que Graciela Nicolás consideró el pedido de aumento como «un atropello a los usuarios» y remarcó que ella había pedido en comisión que se convoque a una audiencia pública para discutir el precio del boleto. Cerró Juan Manuel Rufail ironizando el proyecto que bajó del Ejecutivo como una “brillante idea” y que era una manera de «premiar la ineficacia con un aumento del boleto».En el radicalismo fue Ramón Mestre quien hizo el discurso más encendido remarcando que es indispensable un marco regulatorio del transporte antes de pedir aumentos de tarifas, “pero el intendente dijo que se compromete a presentar un marco regulatorio recién dentro de 120 días” y dijo que este pedido de alza es “irresponsable e inoportuno”.Dentro del bloque radical, tuvo una participación activa Marcelo Cossar, lamentó que no estuviera presente en la sesión el viceintendente Carlos Vicente agregando que “a la hora de poner la cara se esconde”. Luego Cossar presidió la sesión en dos oportunidades, cuando el oficialismo disparó del recinto apenas escuchó el voto negativo de Saravia, que significaba la caída del aumento.En tanto que Guillermo Farías lanzó duro, expresando que Giacomino hacía lo que le pedían los empresarios, quienes siempre se quejaban de perder plata, y agregó: “Desde cuando la FETAP hacía caridad y era manejada por carmelitas descalzas”. Carla Abu- gauch y Olga Rista también fundamentaron su voto negativo.Después de algunas interrupciones por gritos de la gente y hasta por agua que lanzaban a los ediles oficialistas, a las 19 Ortiz pidió que se vote de manera nominal. A los cinco minutos le llegó el turno de votar a Saravia. El rostro de la edil presentaba un dejo de tragedia, de pronto el silencio lo rompieron algunos dichos desde el público que le decía: “Teresa no te olvides de tus orígenes”... La mujer finalmente dijo que votaba por la negativa, provocando una explosión en el recinto desde el público y las bancadas opositoras, que festejaban como si se tratara de un gol en un clásico y sobre la hora. Como eyectados de sus bancas, saltaron y partieron raudamente los oficialistas, dejando vacante sus lugares y también Ortiz la presidencia, balbuceando: “pasamos a un cuarto intermedio”, por su puesto otro más y sin ser votado.Ante el abandono y el desorden, Cossar, vicepresidente segundo del cuerpo, se hizo cargo y encausó la sesión. Con los opositores y Saravia en sus bancas comenzaron a tratar el despacho en minoría del tope al ingreso de personal de parte del intendente. Llegaron luego el resto de los giacojuecistas que insistían en retormar un cuarto intermedio, desconociendo que ante su abandono la sesión había avanzado. Finalmente se puso a votación poner tope al ingreso de personal municipal, pero como lo quería la oposición: retroactivo al 10 de diciembre, ocupando las vacantes con concursos y otros puntos. La ausencia de algunos oficialistas le daba otra chance a los opositores pero allí apareció el “olguista disidente” Fernando Masucci, que votó en contra. Inmediatamente se consideró el pedido de la edil Graciela Villata de pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo martes.Fin a un mamarracho legislativo. Especialmente el del oficialismo que en su mayoría, ni siquiera se tomó el trabajo de leer el reglamento interno y las normativas indispensables para cumplir con un papel medianamente digno en el recinto. Una lección que deberá asimilar la nueva política.
lunes, 18 de febrero de 2008
" JR " ACCION CONTRA EL AUMENTO DEL BOLETO DEL COLECTIVO
El intendente Daniel Giacomino fracasó en su intento de aplicar un aumento del 33 por ciento del boleto del transporte urbano de pasajeros. Una edil del bloque oficialista, Teresa Saravia, votó en contra de la medida, junto con los tres bloques opositores. De esta manera el boleto continuará costando 1,20 pesos, y provocándole a Giacomino un duro revés político, a poco más de dos meses de gestión.Finalmente 16 ediles -los 15 opositores y Saravia- rechazaron el aumento y 10 oficialistas votaron a favor, mientras que otros cinco abandonaron el recinto.La sesión, como era de esperar, estuvo rodeada de un ambiente muy caliente tanto afuera como dentro del recinto, registrándose antes del inicio incidentes entre militantes y vecinos comunes con la Policía, con un saldo de tres detenidos y cinco heridos.La sesión comenzó a las 17 -no fue presidida por Carlos Vicente ya que reemplazó a Daniel Giacomino en la titularidad del Palacio 6 de Julio por unas horas- y tuvo cuatro períodos de cuarto intermedio que concedió la presidenta provisoria, Laura Ortiz, sin que sean votados por el cuerpo, lo que significó el menor de la larga lista de desconocimientos del reglamento interno tanto de Ortiz como del bloque oficialista, que transformaron a la jornada en bochornosa.Fue el presidente de la comisión de Servicios Públicos, Gustavo Barrionuevo, el único edil oficialista que defendió el proyecto enviado desde el Ejecutivo, y en su alocución explicó las bondades de la política en transporte que pretende poner en marcha Giacomino y asegurando que antes de fin de año podrían incorporarse al sistema del transporte urbano unas 100 nuevas unidades. Claro que esto iba a ocurrir si se aprobaba el aumento del boleto, cosa que finalmente no pasó.Otra edil giacojuecista que habló minutos después fue Mónica Cid, quiso complacer a la tribuna culpando a la Policía del desorden y pidiéndo que suelten a los detenidos en los incidentes ocurridos minutos antes.Todas las demás palabras fueron de la oposición que además de fundamentar su negativa al aumento no dejaron de pedirle a los ediles oficialistas que recapaciten y piensen bien antes de votar, como sabiendo de que algunos no lo tenían claro, cosa que realmente fue cierta, ya que Saravia tardó unos segundos hasta de decir que votaba por la negativa.En realidad antes del inicio, en los pasillos del Concejo se rumoreaba que había algunos concejales oficialistas que dudaban cómo votar y se marcaban a la propia Saravia, pero fundamentalmente a Marta Juárez y a Oscar Arias.A Juárez le prepararon un cartel bien grande que se observaba en la tribuna y que decía: “Marta Juárez, de barrios de pie a barrios de a pie”, haciendo un juego de palabra con la agrupación a la que pertenece y su voto positivo a favor del «tarifazo». Cuando se la consultó dio a entender que no coincidía pero lo fundamentó diciendo que se trataba de un “alineamiento político”. En tanto que desde la tribuna le marcaban a Arias su condición de convivir con sectores vulnerables -por ser editor de la revista La Luciérnaga- pero igual le dio el sí al aumento.Volviendo al discursos opositores, Riutort dijo que no era necesario aumentar el boleto a 1,60 pesos y que, por ejemplo, si no renovaban la flota y presionaban al gobierno nacional para que Córdoba cobre todos los subsidios correspondientes al transporte, se podía mantener el precio del cospel.En el mismo bloque Carlos Lencina comparó el gobierno de Giacomino con el del ex presidente Fernando de la Rúa: “apelaba a impuestazos para tapar la inoperancia”. Mientras que Miguel Siciliano repasó una serie de declaraciones de Giacomino en diferentes medios de prensa en los que decía que iba a pelear por subsidios y no dar aumentos de tarifa. Luego les pidió a sus pares oficialistas para que “cumplan el deseo del intendente de no aumentar el boleto”.Desde el peronismo Roberto Chuit también presionó para que Giacomino, «ya que dice tener una relación tan buena con la presidenta Cristina Kirchner, le exiga el envío de los subsidios correspondientes». En tanto que Graciela Nicolás consideró el pedido de aumento como «un atropello a los usuarios» y remarcó que ella había pedido en comisión que se convoque a una audiencia pública para discutir el precio del boleto. Cerró Juan Manuel Rufail ironizando el proyecto que bajó del Ejecutivo como una “brillante idea” y que era una manera de «premiar la ineficacia con un aumento del boleto».En el radicalismo fue Ramón Mestre quien hizo el discurso más encendido remarcando que es indispensable un marco regulatorio del transporte antes de pedir aumentos de tarifas, “pero el intendente dijo que se compromete a presentar un marco regulatorio recién dentro de 120 días” y dijo que este pedido de alza es “irresponsable e inoportuno”.Dentro del bloque radical, tuvo una participación activa Marcelo Cossar, lamentó que no estuviera presente en la sesión el viceintendente Carlos Vicente agregando que “a la hora de poner la cara se esconde”. Luego Cossar presidió la sesión en dos oportunidades, cuando el oficialismo disparó del recinto apenas escuchó el voto negativo de Saravia, que significaba la caída del aumento.En tanto que Guillermo Farías lanzó duro, expresando que Giacomino hacía lo que le pedían los empresarios, quienes siempre se quejaban de perder plata, y agregó: “Desde cuando la FETAP hacía caridad y era manejada por carmelitas descalzas”. Carla Abu- gauch y Olga Rista también fundamentaron su voto negativo.Después de algunas interrupciones por gritos de la gente y hasta por agua que lanzaban a los ediles oficialistas, a las 19 Ortiz pidió que se vote de manera nominal. A los cinco minutos le llegó el turno de votar a Saravia. El rostro de la edil presentaba un dejo de tragedia, de pronto el silencio lo rompieron algunos dichos desde el público que le decía: “Teresa no te olvides de tus orígenes”... La mujer finalmente dijo que votaba por la negativa, provocando una explosión en el recinto desde el público y las bancadas opositoras, que festejaban como si se tratara de un gol en un clásico y sobre la hora. Como eyectados de sus bancas, saltaron y partieron raudamente los oficialistas, dejando vacante sus lugares y también Ortiz la presidencia, balbuceando: “pasamos a un cuarto intermedio”, por su puesto otro más y sin ser votado.Ante el abandono y el desorden, Cossar, vicepresidente segundo del cuerpo, se hizo cargo y encausó la sesión. Con los opositores y Saravia en sus bancas comenzaron a tratar el despacho en minoría del tope al ingreso de personal de parte del intendente. Llegaron luego el resto de los giacojuecistas que insistían en retormar un cuarto intermedio, desconociendo que ante su abandono la sesión había avanzado. Finalmente se puso a votación poner tope al ingreso de personal municipal, pero como lo quería la oposición: retroactivo al 10 de diciembre, ocupando las vacantes con concursos y otros puntos. La ausencia de algunos oficialistas le daba otra chance a los opositores pero allí apareció el “olguista disidente” Fernando Masucci, que votó en contra. Inmediatamente se consideró el pedido de la edil Graciela Villata de pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo martes.Fin a un mamarracho legislativo. Especialmente el del oficialismo que en su mayoría, ni siquiera se tomó el trabajo de leer el reglamento interno y las normativas indispensables para cumplir con un papel medianamente digno en el recinto. Una lección que deberá asimilar la nueva política.